
Dos hermanos viajan desde los Pirineos de Huesca hasta la isla de Fernando Poo (la actual Bioko), una antigua colonia española en Guinea Ecuatorial, donde les espera su padre, para trabajar en una plantación, Sampaka, donde se cultiva uno de los mejores cacaos del mundo. Allí Kilian se enamora de Bisila, una nativa, un amor prohibido en aquellos tiempos en los que algunas líneas no se podían traspasar. Medio siglo después, su sobrina Clarence descubre de forma accidental una carta olvidada durante años que la empuja a viajar desde la tranquila vida en las montañas de Huesca a Bioko.