Durante la noche, Rudeus le revela la naturaleza del Dios Humano a Ruijerd, y el hecho de que la maldición de los Superd se está desvaneciendo gradualmente. Al día siguiente, el grupo llega a las ruinas de la ciudad natal de Rudeus, donde tiene recuerdos de su vida temprana allí. Ruijerd luego anuncia que dado que Rudeus y Eris son lo suficientemente fuertes como para que ya no requieran su protección, se marchará. Rudeus y Eris se despiden de Ruijerd antes de continuar hacia Roa, que también está en ruinas. Allí, Eris se reúne con Ghislaine y su sirviente Alphonse.